La guía turística de Berna es muy precisa. Llegando a la céntrica estación de tren, comenzaremos a caminar hacia el este. Porque es allí donde se encuentra concentrado todo el valor de la ciudad. Y caminando por sus numerosas calles peatonales encontraremos auténticos tesoros. Ninguno de talla mundial, pero todos de gran belleza.
Entre los lugares más destacados de Berna se encuentra la Zytglogge, una torre con un reloj astronómico medieval que fascina a los visitantes por su precisión y diseño. También merece una visita la Catedral de Berna, cuya torre ofrece vistas panorámicas impresionantes de la ciudad. Además, el río Aar, que serpentea alrededor del casco antiguo, proporciona un entorno natural perfecto para paseos relajantes. La mezcla de historia, cultura y paisajes hace de Berna un destino único y encantador.
Qué ver en Berna
Existen elementos medievales como la Zeitglockenturm, con su bonito reloj. También está la espectacular catedral de San Vicente. Tanto su exterior como su interior son de marcado estilo gótico. Una única torre domina la entrada al edificio. Junto a un lateral se encuentra un pequeño parque. Desde allí, las vistas del río Aar son increíbles.
Más hacia el este, Berna ofrece un pequeño recinto para osos: Barengraben. La relación de este animal con la ciudad viene de tiempos inmemoriales. Y allí se les puede ver desde alguno de los puntos cercanos. Cruzar sobre el río Aar permite ver el casco histórico en todo su esplendor. La orilla oriental tiene magníficas vistas. Nos permite así entender que sea Patrimonio Cultural Mundial.
Museos, parques y diferentes iglesias antiguas permiten completar esta interesante visita. No nos dejará indiferentes.
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